viernes, 24 de junio de 2011

Capitulo II

El camino se hizo ¡eterno! No pudiste dormir en todo el viaje, y para peor había un hombre a tu lado que roncaba y menos podías conciliar el sueño. Miras tu muñeca y el reloj marca las 10:20 de la mañana, cuando una chica esbelta de cabello rizado y ojos saltones color miel, te da la instrucción de ponerte el cinturón, pronto estarías en el aeropuerto en Los Ángeles. Cuando el avión logra aterrizar, Después de 13 horas de viaje sientes como un escalofrío recorre todo tu cuerpo, te levantas del asiento, y caminas  hacia la salida para por fin bajar y dar tus primeros pasos por L.A. Te sentiste emocionada de saber que todo esto se cumplía  gracias a todos tus esfuerzos y metas que te habías propuesto durante años y cada día te esforzabas para lograr lo que siempre habías querido… viajar por tus propios medios y recién empezar a ser independiente, poder tomar tus propias decisiones sin que alguien interviniera.
Caminabas mientras pensabas en lo que recién comenzaba a ser de tu vida, cuando pasas una puerta, un hombre de al menos 26 años, estatura alta, cabello claro, uniformado, sostenía en su mano un gran cartel, logras ver su contenido, decía tu nombre, es el momento en que te detiene.
XXX: señorita (Tu Nombre)?
TU: si?
Este se quita rápidamente su gorra que montaba en su cabellera, haciendo una pequeña reverencia 
XXX: Lady (Tu Nombre), soy Anthony Lekker, el chofer personal de la familia Lawrence, es un gusto conocerla –Toma tu mano dando un pequeño y agradable beso- 
TU: oh, señor Anthony el gusto es mío. – Acompañada de una cálida sonrisa-
Anthony: -concentra una mirada extraña y algo confundida en ti- por favor no me diga señor - silencio- bueno  creo que es hora de irnos, la señora la espera ansiosa!–comenta en tono encantador mientras caminan hacia un hermoso vehículo Mercedes Benz -
Tu: estoy algo nerviosa
Anthony: tranquila, usted ya verá, todo saldrá bien  - en tono alentador mientras abre la puerta del coche y toma tu mano para ayudarte a entrar-
Tu: lindo vehiculo - sonries-
Anthony: -mira por el retrovisor-  gracias - sonrie- te gustan los autos?
Tu: me apasionan... mi sueño es algún día poder costear uno, pero quiero que sea unico  - dices orgullosamente, pero luego te precatas de lo que hacias y callas- 
Anthony: que niña más diferente
Tu:  - haces una divertida mueca, y luego logras apreciar las hermosas calles de West Hollywood 
Solo te dedicas a hacer una sonrisa, te pareció extraño la actitud de ese hombre; aunque lo encontrabas muy encantador; no estabas acostumbrada a que te trataran de tal forma, jamás en tu vida alguien te había ayudado a entrar de esa manera tan servicial a un simple auto y  mucho menos te habían  besado la mano en gesto de saludo. Eso te hacía sentir incomoda en cierto aspecto, no sabías de qué forma debías responder a esos tipos de actos, solo respondías con una reverencia y una sonrisa que al parecer causaba un aspecto educado y amable.
El trayecto hacia el lugar en el cual se encontraría mi nueva familia demoró más de una hora,  en ningún instante se rompió el silencio, aunque tenías muchas preguntas en mente, que te limitabas a hacerlas. A los minutos después el vehículo se detiene, Anthony abandona el volante para luego abrir tu puerta y ayudarte a bajar. En cuanto tus pies pisaron tierra firme lograste localizar una hermosa casa, más bien, una hermosa mansión, con un gran jardín completamente verde, rodeado de hermosas flores, en el centro se encontraba una gran pileta que contenía una hermosa escultura de piedra. Unos ventanales que podía cubrir toda una muralla, mas allá había una inmensa piscina  acompañada de faroles en su entorno.
(imaginen unos ventanales mega grandes )


Anthony: Señorita (Tu Nombre) hemos llegado a West Hollywood, bienvenida a la mansión de la familia Lawrence. – Dice mientras entran a la gran casa-
TU: muchas gracias 
Cuando aún no terminabas de dar las gracias aparece por una gran escalera, una mujer de al menos 39 años de edad, alta, delgada,  traía un vestido que le quedaba perfectamente alineado a su hermosa figura, de cabello claro y ojos verdes. 
XX: (Tu Nombre)? – Dice algo emocionada mientras baja las  escaleras rápidamente – Eres tú?
TU: - primero no sabes que decir, no sabes cómo llamarla- **tendré que decirle mamá?** - pero luego reaccionas a su pregunta- si soy yo (Tu nombre)… - dices muy alegre al ver como ella te recibía, cuando vi que ya se encontraba en el límite inferior de las escaleras, corrí a los brazos que ella me extendía- Hola, mamá – decías con algo de gracia mientras la abrazabas fuertemente-
XX: Hija! – dice entre sonrisas- hay, perdón que estúpida soy! Mi nombre es Emma Burkhard, esposa de tu nuevo padre Aaron Lawrence, tú debes ser (tu nombre y apellido) 
TU: si, es un honor poder estar aquí –dices con un tono de felicidad-
Emma: siéntete como en tu casa! Ven acompáñame, que te llevare a tu recamara, bueno en realidad es la recamara de mi hijo que se fue de intercambio
TU: su hijo? – mientras subías por las escaleras -
Emma: si, mi hijo, se llama Adam Lawrence Burkhard –mientras abría la puerta de tu nueva habitación-
Tu: me hubiera gustado haberlo conocido 
Emma: tiene tu misma edad –te mira con sonrisa pícara, a lo que tú la miras sin interés- mira él es Adam –te mostraba un gran recuadro que se encontraba en una de las murallas, él era un chico  de cabello lizo, ojos claros, una nariz perfectamente respingada, bastante guapo, tenía un gran parecido a Emma.
TU: ¿es su único hijo? – decías sentándote en el borde  de la cama
Emma: no, bueno… si – suspira-  hace diez años tuve trillizos – decía mientras su sonrisa desaparecía poco a poco-
TU: ¿enserio?  ¡Qué lindos! 
Emma: si, eran hermosos – reaparece su sonrisa mientras miraba a un punto fijo-
Tu: ¿eran?
Emma: fallecieron a los meses después; nacieron a muy temprana edad
TU: oh! Lo siento, no quise… (te interrumpe)
Emma: no, no te preocupes –mientras se sentaba a tu lado y rodeaba el brazo izquierdo por tu hombro- Bueno y dime, como fue tu viaje 
TU: fue algo cansador; ya sabe; las ansias, el señor que roncaba, en fin! – Haces una mueca a lo que Emma responde con una carcajada-
Emma: y tú tienes hermanos? 
TU: no, soy felizmente hija única – sonríes con entusiasmo-
Emma: ajajjaja! Te gusta serlo?
TU: por supuesto! Soy la consentida de la familia –dices  orgullosamente con una mano en el pecho –
Emma: oh! Niña me mataras de la risa – dice entre carcajadas –


Así siguieron un par de horas conociéndose, hablando de ambas familias.
 Emma te mostro algunas fotos de tu nueva familia, entre esas estaban las de Zury (la nana), que ya prácticamente era parte de la familia; Anthony (el chofer personal), que también llevaba años de servicio; el abuelo, que pasaba la mayor parte del tiempo en su sala, en la que habia una gran cantidad de libros, diccionarios, periódicos, y su infaltable pipa, en donde recordaba a su esposa fallecida hace un año atrás; tu nuevo padre que se encontraba viajando por el mundo,  era un gran empresario, lo que hacía que estuviera fuera de casa la mayor parte del tiempo. 

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