Capitulo III

Eran las nueve de la noche, estabas arreglando tus cosas en un tremendo armario, donde calzaban perfectamente tus cosas, entre ellas tu notebook, skate, y guitarra, donde caian a la perfección. Al terminar, te recuestas sobre la cama con los ojos cerrados, intentando liberar pensamientos, sentías extrañas sensaciones, sentías como un escalofrió recorría tu cuerpo de pies a cabeza, tu corazón latía cada vez más fuerte, sentías una desesperación que te causaba temor, pero con el paso de los segundos se transformaba en libertad, nada ni nadie te retenía a lo que fueran tus pensamientos. Aún con los ojos cerrados sientes un gran portazo, que te hizo sobresaltar y caer nuevamente en tus miedos, abres rápidamente los ojos, pero la puerta seguía ahí abierta, inmóvil. Te levantas y caminas hacia ella, sales de la habitación y vez como Emma caminaba hacia tu habitación.
Emma: (Tu Nombre), baja a cenar – dice con voz elevada, mientras se devolvía para dirigirse al comedor.
Tu: ok, bajo en seguida – dices fuerte al ver a Emma que se alejaba 
En ese momento no quisiste pensar en nada, ni siquiera en cuestionar lo que en pocos minutos había sucedido, solo tomaste tu chaleco que estaba extendido sobre la cama, echaste un vistazo por la habitación y saliste. Ibas por el largo pasillo mientras te ponías el chaleco, cuando sientes a lo lejos el mismo sonido que hace un rato habías percibido…  una puerta que se cerraba fuertemente… diste la vuelta rápidamente para supervisar lo que pasaba, al no ver nada en medio de la obscuridad del pasillo, corriste velozmente hasta llegar a las escaleras.
TU: Emma? – algo agitada-
Emma: si?  - dice mientras aparecía por la puerta del salón- 
TU: - te retractas de lo que querías decir- esta lista la cena?
Emma: si –algo confundida- estas bien?
Tu: si, por qué?
Emma: mm… nada, nada… solo que… (la interrumpes)
Tu: bueno y a qué hora será la cena?
Emma: en un momento hija. Zury!!! –con tono elevado-
Zury: - llegaba desde la cocina con los platos- esta lista la cena – mientras dejaba los  platos  encima de la mesa-
Iban a dar casi las diez treinta de la noche, y ya habia terminado tu cena, cuando aún conversabas con Emma, pero preferiste guardar silencio y no hacer comentario de lo que hace un rato había sucedido. A los minutos después Emma se despide de ti, era hora de dormir, al otro día le esperaba una larga jornada de trabajo, a ti aún te quedaban dos semana de vacaciones que tenías que disfrutar. En cuanto Emma se dirige a su habitación que se encontraba unos metros cerca de la tuya, te levantas de un salto y vas al salón, enciendes la TV, te entretienes por unos minutos con Sout park, eran aproximadamente las doce de la noche,  aun no tenías sueño, pero ya no había nada entretenido en la TV, sout park había recién terminado, te levantas del sofá y te acercas al televisor para apagarlo, pero aparecen noticias de Tokio Hotel, te detienes por un momento decían que había terminado su gira, y se tomarían unos meses para continuar con su nuevo álbum en Los Ángeles. También dijeron algo sobre Tarja Turunen, Roxette, 30 seconds to mars, que estarían próximamente en (tu país), te dio pena de saber que estarían allí, y tu sin poder verlos; pero te alegraba de que estuvieras cerca una vez más de la banda que te había gustado por años, incluso, meses atrás habías asistido a uno de sus conciertos, que por primera vez habían estado en (tu país). Te alegraba más todavía de saber que estaban en la misma ciudad, después de tantos sueños con ellos e imaginártelos superficialmente;  en sierto modo, te gustaria encontrartelos... ¿a quien no?
Después de eso apagaste el televisor, quedando todo completamente obscuro. Te dio miedo que frente a tus ojos existiera la nada, subiste las escaleras intentando no hacer ruido, llegaste a tu habitación, prendiste la luz, cerraste la puerta, quitaste de tu cama la maleta que habías desocupado durante el día, dejándola en una de las esquinas del dormitorio, te pusiste la pijama y abriste una de las esquinas de la cama para acostarte. Mientras te acostabas, notaste la hermosa visión que había desde la ventana de tu dormitorio – la estructura del techo de tu dormitorio era en forma de ´´A´´ -  te levantaste lentamente y caminaste hacia la ventana mirando un punto fijo del resplandeciente cielo, era una radiante noche, las estrellas estaban una al lado de la otra, había luna llena, la cual hacia que tu dormitorio se iluminara por completo. Cerraste los ojos, sin intención liberaste un pequeño suspiro, abres los ojos lentamente enfocándote nuevamente en la luna.
TU: quien se habrá dado cuenta de la hermosa noche que hoy tenemos – dices algo apenada, pero luego reaccionas- bah! Tonterías!  
Vuelves a entrar a la cama, sin despegar tu mirada de la ventana. Así comienzas a caer lentamente hasta quedar dormida y olvidarte de todo.